Con esta estupenda noticia, la guerra en Siria (que un servidor tuvo la desgracia de anticipar con cinco años de antelación) entra en su recta final con un claro vencedor: el gobierno de Assad.
Más de medio millón de muertos por una guerra apoyada por los gobiernos de los países más ricos y sus medios de comunicación, que se llevan una derrota monumental y aseguran la pérdida total de su (ya maltrecha) credibilidad. ¡Ah, y también las de los partidos de izquierda que apoyaron esa falsa revolución).