En esta semana, el foco de las operaciones en Siria se ha situado en la margen oriental del río Eufrates, que marca la «línea roja» que Estados Unidos ha decretado, como zona de influencia de las milicias kurdas. Siria denuncia que éstos han ganado terreno sin luchar (implicando que han retirado a los terroristas de esa zona, para ganar esas posiciones al gobierno sirio), pero las fuerzas de Al Assad, apoyadas por Irán y Rusia, han cruzado ya a esa margen, por lo que están a apenas unos kilómetros del enfrentamiento directo entre los supuestos aliados.