Trascendental noticia que patentiza el cambio que ha comenzado a experimentar el Planeta Tierra. En una ajustada (y ocultada) votación sobre la «educación sexual de los niños»*, los países africanos se unieron a la pequeña isla de Santa Lucía ¡y a los propios Estados Unidos! para devolver a los padres el poder sobre la educación moral que en las pasadas décadas fue usurpado por la izquierda freudiana al servicio del Estado.
Si bien no se consiguió lo mismo con los adolescentes, la noticia marca un cambio de tendencia pues a partir de ahora las organizaciones y padres que se opongan a esta aberración se podrán acoger a esta resolución de la Asamblea de las Naciones Unidas, que tiene rango superior a cualquier ley nacional, desautorizándolas de hecho.
Como prueba de quien manda, todavía, en cada uno de esos gobiernos, la mayor parte de los países del UE y de América Latina (incluidas Bolivia y Venezuela) votaron en contra del derecho de los padres a decidir la educación moral de sus hijos. Así pues, tanto Venezuela como Bolivia forman parte del «eje del mal sionista».
Algo está cambiando.
*El término educación sexual fue acuñado por el psicópata Sigmund Freud y su seguidor, Alfred Kinsey, como método para justificar la violación de los niños.
