Demasiadas casualidades. Una semana después de que el Fiscal General, que actuó para detener el secesionismo, muriera de manera repentina en Argentina, ahora es el de Cataluña, que padecía leucemia, quien ha contraído una neumonía, también repentina, que le ha mandado «al otro barrio».
Los independentistas conspiranoicos deberían reflexionar ante esto.