La comprensible preocupación por la noticia de que Trump ha abolido la llamada «neutralidad de la red», permitiendo que las compañías de telecomunicaciones cobren diferente en función del servicio que prestan tiene unas derivaciones que artículos como éste de Pepe Cervera empiezan a explicar.
En definitiva, puede ser un golpe contra gigantes sionistas como Google y Facebook que a partir de ahora van a tener que pagar más por hacer que sus servicios puedan funcionar correctamente.