Muy seguro debe sentirse Putin cuando en su campaña electoral produce un vídeo como éste, en el que, entre otras cosas, se sugiere que toda familia rusa tendría un mariquita en su casa (en clara alusión a la degeneración occidental) si pierde las elecciones.
Se está haciendo viral en todo el mundo.
Es el último tema que faltaba por explotar (una vez que el Holocausto también ya se pone en duda) y, por fin, lo ha hecho.