Me la pusieron en un viaje en tren hace unas semanas y, sin ser una película extraordinaria, tiene su gracia, sobre todo, porque retrata lo que podría ser la historia de Pablo Iglesias e Irene Montero con su chalét.
Un escritor de la «izquierda caviar» francesa, que presume de estar a favor de la llegada de refugiados, cae en su propia trampa en un debate televisivo cuando afirma que él acogería a inmigrantes en su lujoso chalét. A los pocos días, se le presenta una familia de gitanos rumanos que le toman la palabra y reclaman que haga realidad su solidaridad. Para seguir quedando bien, el izquierdista burgués acaba aceptando, y los gitanos se instalan en la casa, lo que originará toda una serie de situaciones desternillantes, que dejan en entredicho su pretendida ideología.
Me ha venido a la cabeza al ver que los de Vox han colocado una pancarta a la entrada del chalet podemita invitando a refugiados y okupas a vivir en la casa de los apóstoles de la corrección política. Como a alguna TV se les ocurra programar esta película, os digo que la bola de nieve se pondrá a crecer… ¿Os imagináis que los punkies que no querían abandonar la acampada de Sol reclamaran instalarse en el chalet de los supuestos líderes del 15-M? ¿Verdad que sería gracioso?