La presión que ejerce el feminismo cada vez es menor, gracias a youtubers femeninas como Anima, Zooropina o Rebel Kawaii, y está ayudando para que los jueces hagan su labor, que es impartir justicia. En este caso, el magistrado que ha juzgado la sustracción de sus hijos para que no pudieran ver a su padre ha condenado a la granadina Juana Rivas a cinco años, con la nota de interés de que el juez cita la «campaña mediática» [de las feministas] como ejemplo de la mala fe de la condenada y, sobre todo, porque supone un precedente contra las ingenierías sociales que utilizan la información sensacionalista (ver las recién descubiertas 11 Leyes de las Paranoias Colectivas).
El feminismo comienza su camino a la desaparición, y en todo el mundo surgen iniciativas para acabar con esta locura. Ya os enteraréis…