Aprovechando las vacaciones, y por vía del decreto-ley, es decir, sin pasar por el Parlamento, el gobierno sorosiano de Pedro Sánchez ha aprobado un endurecimiento de la ley de violencia de género que, sin embargo, ha tenido una pronta respuesta. 50 personas han denunciado esta ley en comisaría por incitar al odio (entre hombre y mujer) y basarse en premisas falsas (la existencia de una dominación del hombre sobre la mujer). Una asociación la ha denunciado ante el Tribunal Supremo, que tendrá que decidir la constitucioalidad de esta reforma.
Mucha atención al seguimiento de esta noticia porque podría significar la tumba para Pedro Sánchez.
