El libreprensador castellano se despacha a gusto contra los ataques al que, seguramente, es el mayor símbolo de la tierra catalana: el campesino Josep Pàmies. Sólo añadiría que, paradójicamente, es un gobierno nacionalista catalán el que ataca a este defensor de la medicina natural y autogestionada. Recientemente, le ha incoado un expediente sancionador por promocionar el MMS.
[¿Discutirán sobre este tema en las logias masónica, o sólo están pendientes de sus relucientes mandiles?; ¿Quiénes representan mejor el «librepensamiento»: Pàmies y Rodrigo Mora o los masones en sus ortodoxas logias?]. Seguidamente, el manifiesto del filósofo castellano.
SI A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
DENUNCIEMOS EL LINCHAMIENTO DE JOSEP PÀMIES POR EL FASCIO-PROGRESISMO DE LA SEXTA
El domingo día 14 de Octubre en un programa nocturno de La Sexta se vertieron muy graves acusaciones, mantenidas sin pruebas, contra Josep Pàmies. No fueron sólo palabras, pues una y otra vez se exigió la intervención policial contra él y su proyecto, su punición jurídico-legal. No hace falta decir que Pàmies no fue invitado a defenderse, a ofrecer su propia versión.
De nuevo vemos cuáles son los procedimientos del nuevo fascismo.
La Sexta es la cadena que más ha hecho por lanzar y mantener al nuevo partido fascista, Podemos, que es habitual en ella. Resulta esclarecedor que quien se pone al servicio de los fascistas de izquierda realice un linchamiento brutal y lleno de odio contra un hombre que lleva años efectuando una labor meritoria.
Ahora vemos para qué sirven las religiones políticas (fascio-feminismo, racismo antiblanco pro-emigración, gayfascismo e islamofilia nacional-socialista), para acostumbrar a la población a los linchamientos, para meter el miedo en el cuerpo a la gente, para promover el silencio y la pasividad, para permitir a los telepredicadores del gran capitalismo, Pablo Iglesias y otros, defender a las multinacionales y, sobre todo, al Estado, que es el fundamento, sustento y centro del fascismo.
Pàmies es acosado, perseguido, amenazado y linchado mediáticamente en La Sexta por orden de la industria farmacéutica, que está perdiendo clientes, y por tanto sufriendo perdidas económicas notables, debido a su benemérita labor. Por eso han hecho con él la atrocidad que aquí se denuncia. La Sexta es un instrumento del poder constituido: por orden del CNI lanzó al estrellato a los canallas fascistas de Podemos y por orden de la gran industria farmacéutica capitalista ahora se ha propuesta exterminar la Pàmies y a su obra.
Las religiones políticas, en particular el fascio-feminismo, o feminazismo, están acostumbrando a la población a renunciar a la libertad de expresión, a evitar exponer en público sus ideas. El miedo avanza en medio de ataques y linchamientos, cada vez más frecuente y más brutales, perpetrados por los nuevos fascistas.
Hay que dar una respuesta. Hay que levantar la bandera de la libertad de expresión, de la libertad de pensamiento y de la libertad de conciencia. No se trata de debatir si Pàmies está o no acertado sino de si tiene o no derecho a expresarse con libertad. Esa es la cuestión.
Se debe añadir a lo dicho la función que la Generalitat está realizando, igualmente de acoso a Pàmies, con multas cuantiosas impuestas a su colectivo y proyecto. Esa Generalitat que se dice «antiespañola» (jajaja) y que organizó la ridícula pantomima del «procés» pactado con Madrid, está ahora concentrada en perseguir a uno de los catalanes más universales de la era presente, conocido en todo el planeta. ¿Por qué? Pues porque se lo ordenan: 1) las multinacionales farmacéuticas, 2) el Estado español.
Conviene hacer observar, así mismo, que el linchamiento televisivo fue perpetrado sobre todo por mujeres. Es lo habitual ahora pues el fascio-feminismo ha ido gestando mujeres de una violencia y maldad superlativa, que por dinero y por puestos institucionales se atreven a realizar cualquier atrocidad.
Pero todo ello es muy positivo, ya que está permitiendo a muchas personas una mejor y mayor comprensión de la realidad, así como de la verdadera naturaleza de La Sexta, el bastión del fascio-progresismo y de los fascistas y canallas fascistas de izquierda que amamanta.