Me vienen preguntando desde hace meses sobre el médico granadino conocido como «Spiriman» y la verdad es que no acababa de definirme. Por una parte, como todo el mundo, el hecho de que alguien denuncie y se enfrente a los corruptos me despierta simpatía; pero, por otro, el bombo que se le ha dado, su estilo espectacular… Ummm.
Hoy, por fin, me han explicado el famoso caso de Puente Genil, que ha tomado por bandera, sobre un supuesto policía local pederasta (que estalla mientras sucede lo de San Sebastián): resulta que es un policía que tiene tratos con una prostituta de 17 años. Ummm.
Entonces, ha sido cuando me he acordado de que Ada Colau, que pasó de activista antideshaucios a alcaldesa de una de las ciudades más visitadas del mundo en sólo dos años, se disfrazaba de superhéroe… Y dije: Ada Colau-Spiriman. Esto se parece demasiado, ¿o no? ¿No estamos viviendo otra vez la misma historia, cambiando el tema de los desahucios por el de las élites pedófilas? ¿Es lo mismo las salvajadas del Bar España que un policía con una prostituta de 17 años?
Mucho ojito; que no nos metan un nuevo gol de disidencia controlada otra vez.
Esta mujer, por cierto, dice cosas con sentido común, y en el minuto 9 tiene bastante gracia lo que comenta. Ya veréis.