Lamentablemente, en mi último vídeo profetizando el porqué la masonería «sale del armario» ahora mismo se me olvidó decir que la prueba que lo que digo es cierto sería la apertura del famoso Archivo de Salamanca que es, ni más ni menos que la prueba fehaciente de la masonería en la política española de los últimos siglos.
Bueno, pues, sin que yo lo conociera, ese hecho ha sucedido ya, como me comenta este lector de Salamanca, cuya carta os incluyo a continuación. O sea, que sí: que la conspiración masónica se va a convertir en historia oficial.
Hola, Rafa:
Soy seguidor tuyo desde hace cosa de año y medio. En este primer correo que te escribo, ante todo mi agradecimiento y felicitación por tu valioso trabajo.
Después del último video que has colgado, sobre la los planes para que la masonería aparezca como elemento principal de la conspiración, me ha parecido conveniente poner en tu conocimiento, por si consideras oportuno completar tu información, algo a lo que he podido asistir y ver de primera mano hace pocas semanas.
Se trata de una exposición sobre masonería en el Archivo Histórico- Sección Guerra Civil en Salamanca. Es sabido que en aquel edificio tiene en exposición permanente una reproducción de lo que sería un templo masónico.
Pero no me voy a referir a esa reproducción, sino a la exposición temporal que últimamente se ha podido ver allí sobre masonería – la cual no sé si continúa cuando te escribo este correo-.
Lo que me ha llamado la atención de esa exposición temporal es que las piezas que la integran las tienen expuestas en una habitación casi a oscuras, con una luz muy, muy tenue. Hasta tal punto es así que para ver con detalle la mayor parte de las piezas tuve que encender la linterna del teléfono móvil. De otra manera no era posible leer los documentos y libros que se encuentran detrás de las vitrinas, ni tampoco apreciar con detalle las prendas e instrumentos de rito masónico que tienen expuestas.
Pero lo que de verdad me ha resultado llamativo que los guardias de seguridad me llamaran la atención por encender la linterna, y además de forma muy, muy seria. A otra señora que hizo lo mismo que yo también le llamaron seriamente la atención. Tenían órdenes de que no se pudiera encender ningún tipo de luz en el recinto.
No sé si lo que te cuento es relevante. Pero es como si la propia masonería estuviera detrás de la exposición de algunos de sus secretos pero con advertencia de que los profanos no nos podamos asomar demasiado a ellos. Es como si estuvieran jugando con una doble faz o intención, como si quisieran confundir al personal.
Por otro lado no es nada extraño que la masonería vaya a ser la que se cargue preferentemente la culpa de la conspiración. Siendo una sociedad secreta, son los que primeramente pueden ser identificados por la cultura popular como integrantes de la misma.
Un saludo.