Se le está viendo muy desmejorado en sus últimas apariciones públicas, pero lo cierto es que el rey de Marruecos ya no vive en el país magrebí sino en París, donde lleva una vida irreconocible para un monarca. Se viste hippie y se fotografía en actitudes muy cariñosas con otros varones, de manera que los insistentes rumores parece que han circulado estos años son reales.