Escogidos como símbolo para denunciar la situación de emergencia en la que vive la clase media debido a la presión fiscal, ha nacido en Francia, donde ya supone un problema para Macron, pero se ha extendido a la capital de la Unión Europea, y también a Bulgaria.
Lo cuenta la Red Voltaire.
A mi modo de ver, es una inteligente operación para que la Unión Europea asuma su inviabilidad con este sistema monetario.