En las últimas horas, los medios de comunicación del sistema han adoptado la necesidad de que los gigantes de Internet (Google, Facebook y Amazon) dividan sus compañías para evitar el monopolio, copiando de esta manera esta tendencia nacida de la disidencia.
Al mismo tiempo, la web de filtraciones rusas, Whatdoesitmean, nos confirma que la masacre de la mezquita de Nueva Zelanda habría estado comandada por Hillary Clinton, que es la mentora de la primera ministra de aquel país, Jacinda Andern, que tiene todo un curriculum globalista y ligado a los servicios secretos ingleses a sus espaldas. Como explicaba hace días, el atentado se inscribe en la batalla de Trump contra el espionaje de la Commonwealth (Canadá, Australia, Reino Unido, Nueva Zelanda y USA) que trata de derrocar al rubio presidente pero ha tenido la complicidad de Facebook, que lo retransmitió… para así tener más excusas para censurar.
De hecho, como informa la misma web, las empresas de Silicon Valley están empezando a mudarse a Nueva Zelanda, donde parece que van a seguir teniendo vía libre para seguir monitorizando nuestras vidas.
La información de Whatdoesitmean también relaciona este atentado con el reciente allanamiento del consulado de Corea del Norte en Madrid que, al contrario de la acusación de que ha sido la CIA, los rusos atribuyen a un grupo apoyado por China, en su batalla por controlar este país y dinamitar los acuerdos de paz con Trump.
Hace unos minutos me han comunicado que Twitter ha modificado su algoritmo para prohibir hablar de Q y del reseteo. Por otro lado, los demócratas están aupando al hacker Beto O’Rourke a la candidatura a la Casa Blanca, señal de que quieren golpear con todo.