Muchos me habéis preguntado en estos días acerca de mi posición sobre la captura de Julian Assange de la embajada ecuatoriana en Londres. Realmente, hasta ahora no tenía ninguna opinión formada, aunque sí algunas sospechas.
A las altas horas de la noche del viernes 12 de abril del 2019 he recopilado varias informaciones que pueden alumbrar lo que ha podido suceder.
Lo primero que debéis saber es que la captura de Assange ha provocado que Wikileaks liberara una gran cantidad de ficheros de información, que venían a ser «el seguro de vida» del hacker australiano.
Qué hay en esos ficheros es cosa que todavía desconocemos, aunque bien podrían estar los documentos sobre el 11-S que tanto ansiamos ver publicados. De lo que no hay duda es de que esos documentos van a hacer mucho daño al Deep State, por lo que, de principio, su detención tiene aspectos positivos.
La web de filtraciones rusa/norteamericana Whatdoesitmean continúa con esta interpretación que denominamos «intervención paradójica» recordando la secuencia de mensajes en clave que se han enviado mutuamente Assange y Trump en los últimos meses, y que prueban que ambos están del mismo lado. Lo primero, el mensaje que el Deep State le envió a Assange por Twitter en forma de amenaza, que fue respondido por Assange, en la forma de una imagen del juego del ajedrez, denominado «Marshall Atack», que venía a decir que el australiano aceptaba los términos del acuerdo del presidente.
Según esta web de filtraciones, Assange ha sido parte de la CIA, de la CIA buena, y demostró su lealtad a los patriotas al volcar el fichero de emails de Hillary y el partido demócrata, que demostraban la maldad de la ex secretaria de Estado. Tanto whatdoesitmean como la web Dinar Intel Chronicles coinciden en destacar la importancia del «timing» de la detención de Assange: justo después de que tanto el presidente Trump como el Fiscal General Barr denunciaran que el Deep State de Obama y Hillary espiaron a Trump durante la campaña y después de asumir la presidencia.
Por ello, ambas web vienen a decir que su detención es en realidad un pretexto para que vaya a Estados Unidos y allí testifique todo lo que sabe.
Aún así, las posibilidades de la extradición son complicadas, debido a los acuerdos entre Reino Unido y Estados Unidos, pues ya vimos que el también hacker Gary McKinnon no pudo ser extraditado.
Las declaraciones de Hillary: «Assange es el único extranjero al que esta administración va a dar la bienvenida» harían alusión al miedo de la satánica a que Assange diga lo que sabe, especialmente, del asesinato del jefe informático del partido demócrata, Seth Rich, asesinado por uno de sus hombres, tras comprobarse que él fue quien filtró los emails de Hillary Clinton.
En resumen, habrá que ver el desarrollo de los acontecimientos. Muy importante será el comportamiento del gobierno inglés, que va a poner todas las trabas posibles.