Ayer, cuando enlacé a la noticia de RT que daba cuenta de la conspiración dentro del gobierno de Sri Lanka, me preguntaba si esta información sería silenciada por la prensa oficial.
Bueno, pues (seguramente porque los muertos son cristianos) el diario católico ABC sí se ha atrevido a ofrecer datos, y los que ya se atienen son aterradores: vínculos directos de los terroristas con miembros del gobierno, donde el primer ministro y ministro de defensa dice no haber sido informado de nada.
Al margen de ello, tenemos a un imam que ha aleccionado a estas personas, de clase alta, a realizar la matanza. El islam tiene un verdadero problema moral en su interior: ¿se puede vender como religión de paz después de acontecimientos como éste?
Fijaos en que la versión de El País omite por completo la colaboración de los servicios de inteligencia en el atentado, que conocían de antemano.
El Mundo, en cambio, ofrece este crucial dato ¡en el titular!, y detalla el enfrentamiento entre el primer ministro y el presidente del estado a cuenta de quién sabía y no sabía.
La Vanguardia, por su parte, incide en este último enfrentamiento interno como causa de la inacción de las fuerzas de seguridad, aunque exculpa a las altas instancias (no se sabe en base a qué).
