Hacía muchos, muchos meses, que no veía un vídeo tan trascendental para los tiempos que vivimos como esta entrevista a un informático de altísimo nivel, creador, nada más y nada menos, que del algoritmo del que surgieron Paypal, Gmail, Google, YouTube y Facebook, entre otros. Tan importante es que he tenido que verla dos veces, para comprender en profundidad el asunto y las repercusiones actuales de la propuesta que este hombre le hace a Trump. Por ello, invito a canales en Internet a traducir y explicar en profundidad lo que cuenta este hombre.
En el año 1999, Michael McKibben tenía una empresa de desarrollo sobre el protocolo de Internet llamada Leader Technologies, que estaba desarrollando un algoritmo para compartir información por la Red, como vídeos y documentos. En la fase de captación de capital, incluyó al ex número 3 de la NSA y a un General del ejército, llamados Chandler y Freeze (este segundo, no sé cómo se escribe, pero la fonética responde a esa grafía aproximada) que, tiempo después, descubriría que en los años 60 ¡fundaron la Red Echelon!; es decir, lo que llamamos Gran Hermano. Modernamente, esa denominación corresponde con la asociación de países anglosajones dedicados al ciberespionaje llamados «Five Eyes»: Reino Unido, Nueva Zelanda, Canada, Australia y Estados Unidos.
Uno de esos espías de alto nivel se convierte en el abogado de la compañía, y por ello el fundador le proporciona el código fuente que conforma el capital intelectual de la empresa. Saltándose la lealtad y confianza que debe a la compañía de la cual era parte de su consejo de administración, el tal Chandler se quedó con él y, por las investigaciones de este hombre, lo debió subarrendar en Silicon Valley porque a principios del siglo XXI aparecen un grupo de compañías que hoy son monopolísticas en Internet, conocidas por «redes sociales» y que utilizan el código de Leader Techonologies.
«El programa de espionaje de la población hoy en boga nace a partir de la tecnología que yo desarrollé», dice el inventor, que ha ofrecido una licencia exclusiva de uso al presidente de Trump con la que, al parecer, podría hackear a todas estas compañías e impedir que sigan censurando las opiniones de los partidarios del Bien Común. «Si nos les paramos ahora, acabarán con la República, porque por medio de una moneda digital pueden convertir en marginados sociales a los que no piensan como ellos, con sólo expulsarlos de sus redes».
A partir del minuto 30, explica que cuando nos conectamos con nuestro navegador, «hay un intercambio de una clave pública y otra privada (API), una criptografía en la que el General Freeze es experto y esto ha sido manipulado por el gobierno, que ha dado acceso a ciertas compañías para que manejen esas claves. Y esas compañías están controladas, a día de hoy, por fuerzas aliadas a los Clinton, Michael Chertoff y Robert Mueller». (McKibben asegura que la criptografía es la clave mediante la cual los anglosajones ganaron la II Guerra Mundial: porque lograron interceptar las comunicaciones de los alemanes).
«En el proceso de recuento electoral, los datos se envían por Internet desde los diferentes condados y estados a un ordenador central, y esa comunicación puede ser interceptada por cualquiera de estas compañías gracias las claves públicas y privadas que poseen y modificar el mensaje, reencriptarla y volver a enviarla«.
Trump tiene ahora la llave para darle la vuelta al tablero. Dado que el hombre que le hace la entrevista ha sido militar experto en inteligencia, estoy casi seguro de que esta información se revela ahora como prolegómeno de los golpes que estos monopolios sionistas van a recibir por parte de los militares patriotas en los próximos meses.