Por primera vez en nuestras vidas, el país que domina sobre el Planeta y que lleva fastidiando al resto desde su creación en 1947 por medio de ataques de bandera falsa acaba de sufrir en sus carnes un sutil ataque que sin duda es un anticipo de lo que va a venir, por un lado, y una prueba de que su dinero-fíat, el dólar judío, ha comenzado el proceso de desaparición.
El espacio aéreo israelí ha vivido en las últimas horas una pérdida de la señal GPS que los propios judíos atribuyen a un ataque de una potencia exterior.