Lo vengo diciendo desde hace tiempo y, como no podía ser de otra forma, la investigación sobre la red de chantaje pedófilo por parte del agente de El Mossad, Epstein, ha comenzado a sacar a la luz la conexión entre el movimiento gay y la pederastia.
La web de filtraciones rusas Whatdoesitmean ha publicado un informe en el que explica que el apagón sufrido ayer en Nueva York fue generado por un arma de pulsos en manos del FBI para defenderse de las armas electrónicas que cuidan la mansión de Epstein, MÁS POTENTES QUE LAS DE MUCHOS ESTADOS. La razón de que el millonario judío dispusiera de esa seguridad es que allí guarda las cintas con las que extorsionaba a políticos, financieros y estrellas del espectáculo, grabados manteniendo relaciones sexuales con niños, algunos de cuyos nombres empiezan a aflorar. Particularmente importantes son los millonarios, donantes del partido demócrata e íntimos amigos del matrimonio Clinton, Ed Buck (en cuya casa han muerto recientemente dos prostitutos y drogadictos) y Terry Bean, otro líder del movimiento gay, que fue procesado hace pocos años por abuso sexual a niños y que, como Epstein, fue liberado de sus cargos por la Administración Obama. Con toda probabilidad, según fuentes rusas, ambos van a ser vueltos a procesar, al igual que los abogados que les defendieron (Dershowitz, que es profesor de Harvard; Jorge Puello Torres y Lory Deveny, así como Laura Silsby, dirigente de la Fundación Clinton, que fue procesada por la desaparición de cientos de niños haitianos, supuestamente rescatados durante el terremoto de hace diez años y que en realidad fueron vendidos a redes pederastas.
Siempre según esta web de filtraciones rusas, en el proceso de allanamiento de la mansión de Epstein se han encontrado unas cintas, con el nombre de la niña+el nombre de la personalidad, que «se parecen un horror» al material del chantaje que hizo rico a Epstein.
Dershowitz, abogado de Epstein, ha negado las acusaciones y ha acusado a su acusadora, Virginia Roberts, de ser una prostituta. El movimiento feminista va a tener que «retratarse» ante este evento: ¿acusará a la mafia judía y capitalista o permanecerá callada? Yo ya tengo mi apuesta…
Por otro lado, es tremendamente importante la conexión entre el movimiento gay y la pederastia que esta investigación está comenzando a aflorar y que supone el comienzo del declive de esta degradación moral.
Jennifer Araoz, una de las primeras acusadoras de Epstein, ha concedido una entrevista explicando cómo fue captada en una escuela de teatro.
