El filósofo vasco se ha descolgado con unas sorprendentes declaraciones en su último libro, admitiendo que «decidí cambiar de acera por un tiempo», con lo que apoya la tesis de que la homosexualidad es una elección, y no una condición genética.
El filósofo vasco se ha descolgado con unas sorprendentes declaraciones en su último libro, admitiendo que «decidí cambiar de acera por un tiempo», con lo que apoya la tesis de que la homosexualidad es una elección, y no una condición genética.
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