Atención a la secuencia de acontecimientos que estamos viviendo en este arranque de septiembre porque puede encajar con lo que veníamos esperando.
De un lado, tenemos que los incendios de las refinerías de Arabia Saudita que han sacudido los mercados del crudo, se han extendido a otras dependencias similares en Italia y Méjico, lo que invita a pensar que «alguien» está moviendo interesadamente ese mercado. Máxime, si tenemos en cuenta que la Reserva Federal ha tenido que inyectar 53.000 millones en los mercados, para detener la sangría bajista. Las grandes corporaciones globales están tan bajas de liquidez, que están implorando por créditos, como cuenta Rusia Today, mencionando a Coca Cola, Walt Disney o Apple.
Viendo que Estados Unidos no protege sus instalaciones convenientemente, Arabia Saudita está tanteando a Corea del Sur e incluso a Rusia que, por su parte, ha sufrido un ataque en sus instalaciones de guerra biológica, de donde podría haber perdido una cepa de viruela (probable paranoia de vacunación, por tanto), y que ha hecho que Rusia ponga en máxima alerta a su ejército.
Para explicar los recientes acontecimientos, como hice anteayer en HispanTV, hay que recordar que Trump despidió a John Bolton hace días, y que durante una semana ha estado al frente de su oficia de Seguridad a un demente llamado Kupperman, que es quien probablemente ha provocado esta locura.
Trump acaba de nombrar a su sustituto, llamado O’Brien, que por su apellido irlandés tendrá alguna raíz católica y, por tanto, con seguridad será mejor persona.
En definitiva, parece que nos acercamos a momentos turbulentos que quiera Dios que nos conduzcan al retorno del patrón-oro.
Mientras tanto, en tres países tan importantes desde el punto de vista histórico y geopolítico como Italia, Israel y España se han producido inestabilidades parlamentarias a consecuencia de las votaciones, que les llevan a sendos desgobiernos: ¿no os parece curioso?