Nuevas y contundentes pruebas de que «el cambio climático de origen humano» no es nada más que una falsa profecía, cuyo último fin es mantener a la población en el miedo para que no sean capaces de reaccionar ante la abolición de la libertad.
En estos días se han publicado diversas noticias correspondientes a los años 30, 60 y 70 en las que ya contaban que los glaciares se estaban derritiendo y esto haría que muriera mucha gente.
Los mensajes apocalípticos de los «sacerdotes de la ciencia» se vienen repitiendo en los últimos años, como bien atestigua este otro párrafo de un artículo de Whatdoesitmean y que ha llevado a que, en Estados Unidos, se exija a los cristianos a que «recen a las plantas«. La locura total.