Atención, porque lo sucedido en las últimas fechas en el Vaticano (redada en las oficinas de la Banca Vaticana) son sólo el protocolo para acontecimientos de un inmenso calado histórico.
El diácono argentino Jorge Sonnante, que trabajó en la administración vaticana, lleva un año denunciando las irregularidades que allí se cometían; concretamente, que albergaban cuentas oscuras de dirigentes de la izquierda hispanoamericana, como Cristina Kirchner, Evo Morales, Nicolás Maduro o Lula Da Silva. Esta operación de lavado de dinero (y me imagino que de robo de la riqueza del país) ha comenzado a ser desmantelada, gracias a las denuncias de Sonnante, que está actuando en colaboración con la fiscalía vaticana (y, con toda seguridad, con la justicia norteamericana, puesto que esto sucedió mientras el fiscal general Barr estaba en Roma).
Pero las dimensiones de este escándalo no quedan meramente en lo económico sino que alcanza a lo espiritual, puesto que las acusaciones de «antipapa» a Bergoglio se han extendido entre los católicos y, en concreto, el sacerdote brasileño Dornelles ha sido excomulgado por situar al actual papa, fuera de la tradición católica y de la doctrina de Cristo.
Así pues, es muy probable que esta acción se enmarque en el contraataque de los fieles a la Iglesia para desbancar a este hombre que conduce a esta institución a su autodestrucción. El canal Adoración y Liberación está ofreciendo una completa información sobre estos acontecimientos.
