Silenciada (como todas las grandes noticias hoy día), el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, ha señalado que la ONU no tiene dinero para pagar a sus miles de funcionarios.
La negativa del presidente de Estados Unidos a seguir colaborando con esta entidad criminal tiene mucho que ver con esto, pues Trump, que ya se salió de la UNESCO, del pacto de París sobre el clima, y que ha criticado las políticas de género, el alarmismo climatológico e incluso las vacunas, adoptadas por este organismo supranacional, está conduciendo a la todopoderosa organización hacia su disolución. El jaque mate a los globalistas.
Mucha atención a lo que pudiera ocurrir con la ONU cuando empiece el reseteo.