A juicio de las fuentes que informan a Sorcha Faal, el proceso de destitución del presidente Trump organizado por el partido demócrata se puede deshacer como un azucarillo en el café en pocos días, cuando se haga público el nombre del anónimo informante que lo encabeza, Eric Ciaramella, cuyo abogado, Mark Zaid, declaró en 2017, nada más ser investido el rubio millonario: «el golpe de estado acaba de comenzar. Nos desharemos de él«.
Con semejantes credenciales, la imparcialidad del proceso queda dañado desde antes de comenzar, y más cuando nos enteramos de que el agregado comercial de la embajada norteamericana en Ucrania, Bill Taylor, ha admitido que su única fuente para acusar a Trump de presionar al presidente de ese país en contra del hijo de Biden ¡es una noticia (falsa) de The New York Times!
Por si esto no fuera poco, el diario The Washington Post terminó de enterrar esta conspiración ayer al publicar que una empresa de relaciones públicas contratada por la petrolera ucrania Burisma se valió del hijo de Biden, Hunter, para presionar al Departamento de Estado norteamericano para mejorar su imagen de cara a un contrato con el gobierno USA. Con lo cual, el recelo de Trump estaba totalmente justificado.
Una vez solucionado este asunto, llegará el contraataque de los patriotas encabezados por Trump contra el FBI, concretamente, al conspiración para destituir al General Michael Flynn. El Departamento de Justicia ya ha admitido que su caso se basó en declaraciones falsas de falsos agentes del FBI.
Por lo tanto, todo hace indicar que nos encontramos ante el comienzo del esperado contraataque.