El nuevo intento de destitución de Trump está herido de muerte con esta información que brinda Alex Jones. Resulta que el testigo secreto, cuyo nombre Twitter, Facebook y Google están tratando de ocultar, acudió a la Casa Blanca tantas veces como 200 en el año 2016, porque actuó como emisario del vicepresidente Biden con el gobierno de Ucrania para evitar que su hijo fuera procesado en un escándalo de sobornos para conseguir contratos para una empresa de energía.
Eric Ciaramella, que es el nombre del traidor, sale por fin a la luz, y ahora los demócratas van a tener que explicar qué validez puede tener su testimonio, cuando forma parte de la misma conspiración que trata de tapar.
Como digo, la acusación está herida de muerte, en cuanto se conozcan estos datos.