Tenemos la experiencia de la larga lista de «accidentes» sufridos por la gente que iba a testificar contra Hillary Clinton. El aliado que sabe demasiado se convierte en la siguiente víctima porque puede delatar a la cúspide de la pirámide.
Hasta hace pocos días, la vida de Alberto y Santiago Royuela corría peligro, pero el asunto se ha hecho ya tan grande, que ahora, la vida que corre MUCHÍSIMO peligro es la del propio Fiscal Mena, que conoce todos los entresijos del Deep State español; no sólo quién le daba las órdenes a él, sino los elementos corruptos dentro de la judicatura, fiscalía, la policía científica y los forenses, elementos estos dos últimos, fundamentales para comprender por qué era imposible desmontar la corrupción.
En los últimos días, siguen apareciendo asesinatos de magistrados, políticos del PP y hasta el presidente de la CONCAPA (confederación de padres de alumnos), por lo que las demandas de víctimas del fiscal Mena se deben estar ya preparando en los juzgados.
