En esta nueva entrega de los papeles del fiscal Mena, se rebela que un prestigioso abogado especializado en Derechos Humanos, Marc Palmés i Giró, ordenó, como intermediario, 40 asesinatos, se supone que por familiares de la víctima que estaban pleiteando, seguramente, por una herencia.
De la documentación que obra en manos de Royuela se desprende que un asesinato se cobra entre 50 y 100.000 euros.
Este abogado murió en 2005.