No todo iban a ser valientes. En cada cesto se esconde una manzana podrida, y la decepción ha venido de la otrora tierra de hombres justos y valientes, Vizcaya.
El conocido como Abogado contra la Demagogia, Aitor Guisasola, debe creer que se pueden falsificar 36.000 carpetas, imitando a la perfección la caligrafía de un señor y cuadrando los expedientes con las muertes reales de más de un millar de personas, desconocidas la mayoría para el gran público.
En resumen: o es tonto o es un cobarde.
Yo creo que tonto no es.