Todos los que hayáis visto la serie «Narcos México» conoceréis la historia del agente de la DEA, Kiki Camarena, que fue secuestrado y torturado hasta morir por los narcotraficantes compinchados con agentes gubernamentales… y hasta con la CIA. Esto lo cuenta, sorpresivamente, la serie, y sigo preguntándome cómo es posible que se estén revelando estas cosas al público.
Bueno, el caso es que, según cuenta Whatdoesitmean, el caso Camarena se ha reabierto y se estarían utilizando cintas grabadas por la CIA, quien habría estado presente en el interrogatorio y tortura de Camarena, como cuenta la serie.
La investigación en marcha se produce dentro de la guerra entre los patriotas de Trump y los elementos corruptos de la CIA todavía con poder, quienes hace tres semanas han hackeado la Seguridad Social norteamericana, robando claves, contraseñas y más información. Al tiempo que esto ocurría, se ha hecho público la manera en que ha ocurrido: la empresa criptográfica que velaba por la seguridad de la administración norteamericana (y la de 120 países más) con sede en Suiza y denominada Crypto AG se ha revelado como una subsidiaria de la CIA y los servicios secretos alemanes, que llevaba espiando a todos los países que cuentan con esa tecnología… ¡Desde hace 50 años!
Es en ese marco que la batalla de Trump para detonar el origen de los fondos de la CIA y el Estado Profundo (el tráfico de drogas) se ha recrudecido durante el mandato del rubio presidente, con la detención de varios barcos y aviones cargados de cocaína.
En este orden de cosas, se ha publicado una fotografía de 1963, tomada en un bar de México capital, en la que aparece el agente de la CIA y narcotraficante Barry Seal, junto al que sería director de la CIA, Porter Boss.
Viniendo la información de esta web de filtraciones rusas y yanquis, se entiende que estamos dentro de una operación para desactivar la CIA, desmantelando para ello el origen de su riqueza: el tráfico de drogas, cosa que reveló el periódico El Jaque Mate hace y 11 años…