Ayer, mientras la censura que se cierne sobre el planeta acababa con mi exposición sobre la batalla por el relato del origen de la pandemia (ver más abajo), Q, después de una semana callado (su último mensaje fue la bandera de Estados Unidos), publicaba una batería de mensajes de muy diferente calado y que hay que analizar con detenimiento, teniendo en cuenta el momento en el que nos encontramos.
En el primero, titulado «Cómo los demócratas pretenden socavar la limpieza de las elecciones gracias al coronavirus», al margen de este tema, que yo considero ahora mismo menor, se mete a fondo en la gestión de la crisis por parte de la Organización Mundial de Salud (en inglés «WHO»), recordando las manifiestas negligencias de la conocida en español como OMS, al no imponer restricciones para viajar cuando comenzaba a extenderse y cómo los demócratas se opusieron al uso de la hidróxidocloroquina, y esto es importante porque como sabéis la mera mención al dióxido de cloro es sinónimo de censura en YouTube. Después parece relacionar el final del impeachment con la fecha en la que se lanza la pandemia, razonando que «cuando todo falló», entonces sólo les quedaba la opción de lanzar el virus, acusando directamente al Partido Comunista Chino de ser el responsable. Un tuit de Trump que enlaza Q recalca el peligro del voto por correo, que los demócratas pretenden instaurar. Las espadas están por todo lo alto, dice al final, como un servidor en su vídeo.
El que el siguiente mensaje recuerda al fiscal John Durham, «el último fiscal del que se puede uno fiar en Washington», resaltando que «cree en la lucha entre el bien y el mal» es un recordatorio de que a los demócratas les esperan los tribunales.
En los siguientes mensajes se refiere a la histeria que acompaña a este coronavirus (para sacar rédito político, en este caso, modificar el protocolo de las elecciones) enlazando a las declaraciones de un senador republicano, que además es médico, y que refuerza lo que ya sabemos: que prácticamente todos los muertos en estas semanas computan como víctimas del coronavirus, aunque hayan muerto de otra cosa y ni siquiera les hayan hecho la prueba que además es inespecífica.
El siguiente mensaje relaciona la llegada de un norteamericano infectado procedente de China (15 enero) con el proceso de impeachment (Pelosi envió los artículos de este proceso al Senado el mismo 15 enero) y concluye que en realidad el proceso de destitución fue una cortina de humo para desencadenar esta pandemia.
El siguiente mensaje es bien concluyente porque consiste en la imagen del arquitecto del Nuevo Orden Mundial, Henry Kisinger, con un texto sobre «El Plan», lo que deja bien claro lo que se está jugando.
¿Y cómo termina esta serie de mensajes cuando la partida final se está jugando?
Pues con unas horribles imágenes de canibalismo y una referencia a la maga negra Marina Abramovich y su Spirit Cooking, que es el reverso para otra referencia a la «armadura de Dios», que fue mencionada unos mensajes atrás.
Con estos mimbres, la conclusión que nos sale es que:
1-Se consolida que Trump va a acusar al Partido Comunista Chino y la Organización Mundial de la Salud de haber ingenierizado esta cris.
2-Pretende que la gente tome consciencia de que el enemigo al que nos vamos a enfrentar es el Demonio mismo, personificado en Henry Kisinger.
3-Los procesos por corrupción de los miembros del partido demócrata han de ser la llave.
Como explico en mi último vídeo, las espadas están en todo lo alto.