Con el precio del barril del petróleo por debajo de 0 (es decir, que ¡pagan por comprar petróleo!), evidentemente estamos en los momentos cruciales de esta batalla entre el bien y el mal. El diario más leído en Alemania ha exigido que el gobierno chino retribuya al alemán con billones de dólares en concepto de «daños y perjuicios» por la extensión de la pandemia y, como vengo diciendo, todas las miradas se dirigen al partido comunista chino. Ayer, Benjamin Fulford contó al final de su informe que los Rotschild controlan el 10% de las estructuras de este partido, por lo que ya se sabe por dónde se ha realizar la purga. Ignoro si el propio Xi Xinping es parte de ella, pero muy posiblemente sí, porque de lo contrario, ya tendría que haber cortado cabezas.
Fulford también afirma que la enfermedad que sufrimos tiene más que ver con las antenas 5G que otra cosa. También comenta que el jefe del Gran Sanedrín ha sido eliminado, por las fuerzas del bien.
En definitiva, que el coronavirus se está usando para implantar la dictadura satánica.
Sorcha Faal está contando que la Unión Europea está muerta y que Trump está preparado para su próximo movimiento.
