Ayer, tras celebrar la exculpación del General Flynn (uno de los tres hombres que tienen «el mapa completo» de la conspiración»), Q volvió con fuerza, comunicando varias ideas que ayudan a comprender mejor lo que estamos viviendo. En varias publicaciones sucesivas, Q se preguntaba retóricamente cómo se comunican George Soros y China, de manera segura, con los líderes demócratas, lo que, por otro lado, deja claro que estos tres actores colaboran en la implantación del comunismo.
La primera de ellas: que la élite se comunica mediante los vídeojuegos en red, específicamente, a través de su chat. Esa es la razón por la cual, cada vez que había un atentado de bandera falsa esos chat dejaban de funcionar. Q adjuntó pantallazos que demuestran que los conspiradores se han comunicado de esta manera. También se ha comunicado que el día 12 de junio el vídeojuego StarWars quedará suspendido, lo que seguro que abrirá las especulaciones sobre lo que puede suceder en tal fecha. Soros compró una de las compañías de videojuegos más importantes el pasado 10 de marzo.
Previamente a esta información, apuntaba nuevamente a la cadena de mando del FBI (adjuntando una lista de los cesados) y al líder demócrata Adam Schiff, jefe de la comisión de inteligencia del congreso, y que proporcionó información falsa, a sabiendas de ello, luego ha de ser una de las primeras piezas que caiga.
Posteriormente, sugería que los fallos en Twitter han provenido de ataques de las fuerzas del bien.
Sobre el confinamiento, publicó un post con unas palabras bien conocidas de Henry Kissinger, arquitecto del Nuevo Orden Mundial, en las que dibujaba el escenario para que las fuerzas de la ONU tomaran el control de los Estados Unidos, mediante un ataque de bandera falsa. En él, sugería que el ataque pretenden condicionar las próximas elecciones, que la OMS (WHO) es la que sale beneficiada de ello y, como nota positiva, afirmaba que «todos los dispositivos están desplegados», en el sentido de que las fuerzas armadas van a atajar a los conspiradores. Seguro que os parecerá curioso el que enlazara a un mensaje del alcalde de Nueva York instando a ¡la comunidad judía! a seguir la cuarentena.
Por último, y para que quede bien claro que los buenos están al control, mencionaba en dos posts consecutivos cómo el día antes de que Rod Rosenstein nombrara a Robert Mueller como fiscal especial para investigar a Trump por la trama rusa, el propio Trump publicaba en Twitter como el espionaje y la traición.