Ayer, mientras la OMS continúa metiendo miedo a la Humanidad, a pesar de que ya la prensa oficial desmitifica esta falsa pandemia (ver, revista más leída en Alemania, Bild), Q hizo pedagogía de cómo han manejado esta crisis, explicando, en base a un extracto de la película «Ultimátum a la Tierra», que Trump no podía decir a la gente abiertamente que este coronavirus no era tan peligroso como pretenden los globalistas, porque la gente no lo hubiera comprendido.
«Sólo cuando están al borde del precipicio la gente despierta».
En la misma serie de publicaciones del día 6 de mayo, Q se hizo eco de la «jugada» realizada por el presidente de Tanzania, al tender una trampa a los test y demostrar que no son fiables (daban positivos a cabras y otros animales). Que algo (bueno) está pasando en África es prueba que, después de la magistral treta del presidente tanzano, desde Nigeria se ha filtrado que el malvado Bill Gates intentó sobornar a los diputados de aquel país con 10 millones de dólares, para que aprobaran la ley de vacunación obligatoria. De manera que, de paso, podemos entender lo que ha ocurrido en otros países: lo mismo.
Volviendo a Q, fijó su atención en los parlamentarios demócratas, Adam Schiff y Diane Feinstein. Al primero, le apuntó por ocultar información que desmontaba la conspiranoia rusa contra Trump y a la segunda la acusó de ser una agente al servicio de los chinos. (Por cierto, que se están llevando a cabo investigaciones en las universidades norteamericanas sobre este mismo tema).
Un vídeo en el que se muestra cómo un láser detecta un objetivo en medio de la noche (que es eliminado por un helicóptero o dron), y un enigmático mensaje: «Hay una razón por la cual los parlamentarios no han vuelto al trabajo esta semana, y no tiene que ver con el Covid. Pensad en los mensajes que he publicado esta semana y la siguiente». Y termina con un mensaje en clave, referido a un alto funcionario de inteligencia (Coats), que fue destituido ya, pero al que alude siempre que quiere decir que antes de hacer algo, hay que quitar de enmedio a algún infiltrado.
En resumidas cuentas: que el plan sigue adelante.