La situación ha cambiado, amigo, y para bien. La sucesión de noticias producidas ayer (dentro de la línea narrativa coherente con todo lo que llevo contando) me invitan a afirmar que podéis dormir tranquilos porque ni va a haber vacunación obligatoria, ni van a soltar un nuevo virus, ni se va a imponer el Nuevo Orden Mundial (aunque estaría muy bien que os suméis a las convocatorias del próximo 30 de junio porque tenemos que hacernos visibles).
Comencemos por lo más innnegable. Por fin, Trump se hizo presente y puso firmes a los gigantes de Internet al firmar un decreto-ley contra la censura y legitimando las demandas por la censura que están ejerciendo a las opiniones disidentes Twitter, YouTube y Facebook (no, no sé si se podrán presentar demandas desde otros países, como España). En pocas palabras, Trump le dice a estos emporios que no se pueden erigir en censores y que sus decisiones de censurar son susceptibles de ser perseguidas.
Seguramente, pasará desapercibido para muchos, eclipsado por la noticia anterior, pero ayer Donald Trump presentó varios proyectos de infraestructuras en su país, en el marco de la recuperación económica, pero que coinciden con los rumores que están circulando en torno a que los fondos del reseteo están a punto de desembolsarse.
También ayer (y no olvidemos que Q es Trump, o su equipo), Q publicó una serie de mensajes que muestran la intención del presidente de exponer públicamente la pandemia de coronavirus como lo que fue, una PLANDEMIA. Y lo ha hecho, recordando un tuit de Joe Biden del pasado 25 de octubre que demuestra que tenía conocimiento de que iba a estallar el brote.
Minutos antes, había publicado una serie de mensajes que corroboran lo relatado ayer en cuanto a que la Administración Trump va a exponer públicamente el GERONTOCIDIO (asesinato de ancianos) cometido en los Estados Unidos, y en el resto del mundo.
La secuencia comenzó con la publicación de una pancarta con el lema «Cuomo (gobernador del estado de Nueva York) mató a mi madre», junto con una información en la que se recuerda que el gobernador de Nueva York dio la orden de que los ancianos con Covid-19 fueran devueltos a los asilos (donde infectaron al resto, para que murieran). «¿En qué momento tendrá que ser reclasificado como asesinato? ¿En qué momento la ignorancia (sentido común) deja de ser una excusa válida? El Mal nos rodea». Unas palabras que se repiten debajo de otras dos informaciones. En una, el gobernador Cuomo dice que los asilos «no tienen derecho a rechazar a los ancianos con Covid-19 (que sí han sido rechazados de los hospitales). La otra es una directiva del sistema de salud del estado de Nueva Jersey que confirma que hubo esta orden, y recordad que en España PASÓ EXACTAMENTE LO MISMO. (Vamos a ver lo que tarda en aparecer la circular de la Organización Mundial de la Salud que recomendó esto mismo y que conformará las pruebas de gerontocidio, de momento, lo importante es que Trump ha reventado el tema y va a llegar hasta el final, con lo cual, evidentemente, las autoridades sanitarias quedan desautorizadas y con ello, la campaña de vacunación obligatoria.
Q siguió insistiendo con el tema otros tres mensajes más, recordando que en el estado de Minnesota el 81% de las muertes sucedieron en asilos (en España, alrededor del 75%), comparando los porcentajes de muertes entre Japón (donde no hubo confinamiento y apenas muertos) con Estados Unidos, y recordando la carta publicada ayer que inicia una investigación de las muertes en los asilos en el estado de Pensylvania.
Por último, y como os venía advirtiendo, la investigación acerca de la conspiración contra Trump, se extiende a otros países, europeos en este caso, pues algunos asociados a Trump, como George Papadopulos fueron espiados en Italia, con la colaboración del gobierno italiano. Este será el final de la Unión Europea, sin duda.