La superación de la histeria por el Covid-19 está dejando paso al repaso sobre las mentiras y la racionalidad de las medidas tomadas.
-En el Reino Unido, la persona que «diseñó» el confinamiento, Neil Ferguson, ha tenido que reconocer que el confinamiento no sirvió para nada, a la luz de la comparación con Suecia, donde no se enclaustró a la gente.
-En Estados Unidos, se recuerdan las catastrofistas cifras (3% de mortalidad) que dieron la OMS y Fauci para justificar el encierro.
-Después de que la revista Lancet publicara un artículo tildando de peligrosa la «hidroxicloroquina», de la que luego se desdijo, ahora la OMS tiene que admitir los ensayos clínicos con la medicina recomendada por Trump.
Una vez más, las instituciones se contradicen, señal de que ya no está claro quien manda.
-La agencia de estadística británica critica los continuos cambios en la contabilidad de las víctimas del Covid-19.