Mientras los antifas se apoderan de varios edificios en ciudades como Seattle y Portland, el plan de los patriotas en Estados Unidos sigue adelante, y se ha concretado con las citaciones a declarar a 50 altos cargos de la administración Obama, en torno a la conspiración contra Trump conocida como «Rusiagate». Por el momento, existen dudas sobre si Hillary tendrá que declarar, parece que Obama, no.
En sus últimos mensajes, Q ha explicado la estrategia que han seguido: primero tenían que desclasificar la información, para que la gente estuviera enterada de la verdad y luego les viera, en directo, desdiciéndose y echándose la culpa entre ellos, que es lo que va a suceder. A eso se refiere en el mensaje de la derecha con la «presión» sobre la opinión pública. Sin duda alguna que la subversión antifa forma parte del contraataque de estas mismas élites contra estos seguros procesamientos, amén de intentar torpedear el reseteo del sistema monetario.
En otros de los mensajes de ayer, Q ha proporcionado información sobre de dónde vienen los fondos de los antifas y Black Lives Matter: la línea de financiación llega al partido demócrata, como estaba cantado.
Por su parte, el comentarista de la CNN, Tucker Carlson, ha corroborado la mentira del confinamiento y las medidas de distanciamiento, a la luz de cómo las autoridades demócratas han permitido las revueltas de los últimos días.
<blockquote
class="twitter-tweet"><p lang="en" dir="ltr">When you click to
donate to Black Lives Matter, it takes you to ActBlue. If donated money
goes unclaimed, ActBlue disperses the money however they want. These
are their top expenditures so far in 2020. <a
href="https://t.co/hHlaLrBROt">pic.twitter.com/hHlaLrBROt</a></p>—
Jason Buttrill (@JasonButtrill) <a
href="https://twitter.com/JasonButtrill/status/1271091823822409728?ref_src=twsrc%5Etfw">June
11, 2020</a></blockquote>
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