La declaración, aprobada por la mayoría del Parlamento europeo, en la que se censura la actuación del gobierno norteamericano frente a los disturbios generados por las organizaciones ligadas a George Soros, confirma lo que ya el ex presidente español Rodríguez Zapatero había anticipado, y es que la UE se quitaba la careta para apoyar el comunismo chino frente a Estados Unidos.