Después de ¡12 días! sin publicar ningún mensaje (máxime, cuando la cuenta de 10 que profetizó ha terminado), la página donde se recogen las publicaciones de Q está «de mantenimiento» y no se puede ver ningún mensaje. A mí esto me huele bien, no sé por qué.
Máxime, cuando nos enteramos del último golpe a la mafia criminal que gobierna el Planeta, y que ha terminado con la decapitación del millonario libano-nigeriano, Raymond Abbas, detenido en Dubai, y extraditado a Estados Unidos por la Interpol, quien había donado fondos a la Fundación Clinton, a cambio de que el gobierno en el que trabajaba como secretaria de Estado, Hillary Clinton, no persiguiera a la organización terrorista islámica Boko Haram, responsable, como recordaréis, de la desaparición de 276 niñas nigerianas, para ser usadas como esclavas sexuales y que, que se sepa, nunca más han aparecido. Muy grandes han debido ser los crímenes de este tipo para que las fuerzas de la CIA le hayan cortado, literalmente, la cabeza.
Este asunto tiene muchísimas más derivaciones, puesto que Israel suministraba armas a esta guerrilla fundamentalista, pero la red también operaba en Holanda, Italia, Estados Unidos, Líbano y Dubai. Un servidor cree leer entre líneas que, en realidad, este ajusticiamiento es el comienzo de la desarticulación de esa red que, como queda dicho, llega a Europa a través de Italia y Holanda, con lo que nos podemos imaginar a qué nivel del poder llegará.
Sin quedar muy claro porqué, el artículo de Whatdoesitmean señala a Ghislaine Maxwell como parte de esta red, y comenta que ayer una chica la acusó de ser la directora de la mafia de traficantes de niñas que operaba Jeffrey Epstein.