Una de las pocas cosas buenas que está sucediendo ahora mismo en torno a las vacunas es que la expectación y la polémica alrededor de ellas es tan grande que nos estamos enterando, en vivo, del proceso de creación, experimentación y resultados producidos.
El prestigioso King College de Londres ha revisado los resultados publicados de la vacuna ARN desarrollada por la empresa Moderna, constatando que, no sólo el 50% de los voluntarios experimentaron reacciones adversas, sino que los anticuerpos producidos desaparecieron a las pocas semanas, según científicos de la Universidad de Nottingham, lo que confirma la poca funcionalidad de esa respuesta inmune artificial.
Los estudiosos han encontrado una correlación entre la intensidad de los síntomas producidos por la vacuna; cuanto peor se puso el enfermo, más anticuerpos supuestamente produjo.
Los científicos que han revisado estos experimentos opinan que, en definitiva, hacen falta estudios a más largo plazo para constatar su real efectividad.