Al contrario de lo que han hecho Francia y Reino Unido, que sí han seguido sus recomendaciones, el gobierno español ha adjudicado un contrato para el desarrollo de la tecnología 5G a la empresa china Huawei, cuyas antenas han sido relacionadas con el brote de «coronavirus» en China. Está claro que el conflicto entre la administración Trump y Pedro Sánchez cada vez es más patente.
Por otro lado, las sanciones económicas de Estados Unidos a China están repercutiendo ya en el negocio de Huawei, que no va a poder fabricar su próxima gama de telefonía porque los chips que se iban a utilizar se producen en Taiwan, que va a dejar de proveer a la China continental.
Estas son las palabras del director de negocio de consumo de Huawei. «Nuestro negocio de telefonía móvil está pasando por un momento difícil, ya que el suministro de chips es difícil y Huawei está agotado», dijo, citado por los medios chinos en una cumbre tecnológica el viernes. «Después del 15 de septiembre, no seremos capaces de producir nuestros conjuntos de chips insignia ni nuestros chips con capacidades de procesamiento de IA; esto es una gran pérdida para nosotros».