Coincidiendo con las manifestaciones en Europa (e Israel) impugnando la supuesta vigencia de la epidemia del Covid, en las pasadas horas han aparecido más noticias que evidencian que el gobierno de Estados Unidos se dispone a dar por concluida la misma.
Os lo dije hace varios meses: cuando Trump quisiera, aportaría las pruebas para negar la epidemia.
Lo empezó a preparar cuando sustituyó a Fauci por el doctor Atlas al frente de la respuesta a la epidemia, que empezó a repasar las exageradas cifras de contagios y muertos en muchos estados. Hace escasos días, el Instituto de Salud admitió la solución sugerida por Judy Mikovits como respuesta para el coronavirus: transfusiones de sangre procedentes de personas que han superado la enfermedad, los CDC exigieron dejar de hacer test a las personas que no tengan síntomas de la enfermedad, y este fin de semana, después de que un condado de Texas revisara a la baja espectacularmente las cifras de contagiados (de 4.000 a 85), por fin, los CDC han rectificado las cifras de muertos en Estados Unidos por Covid, de 153.000 a 9.200, ¿qué ha sucedido?
Que han separado las «muertes por Covid» de «las muertes con Covid o sospechosos»; es decir, lo que venimos diciendo desde hace meses. El 94% de los catalogados como «muertos por Covid» tenían una o varias enfermedades previas, que han sido la causa real de su muerte, aparte de la avanzada edad.
Y los medios de comunicación ya han comenzado a cambiar su narrativa, sabedores de que la mentira se ha destapado ya.
Ayer, The New York Times publicaba un concienzudo artículo en el que reconocía que el elevado número de «amplificaciones» de la secuencia genética analizada en los test PCR ¡provocan hasta un 70% de falsos positivos! Lo que se está diciendo ahora es que una amplificación por encima de 30, hace que el test pierda sensibilidad sobre la carga viral y, por tanto, la posibilidad de contagio, con lo que, evidentemente, están echando por tierra la existencia de los rebrotes con los que se quiere justificar la existencia de una alarma sanitaria en cada uno de los países.
Por si fuera poco, han salido a la luz unas declaraciones de Fauci (puede que de hace semanas) reconociendo que los asintomáticos no tienen carga viral suficiente para contagiar el virus.
En definitiva: la narrativa oficial del Covid se ha roto por completo, y ya sólo falta ver cuál va a ser la reacción de la OMS ante el tremendo golpe que le ha dado el país más poderoso de la Tierra.
PD: Si extrapolamos las estadísticas reales de muertos por el Covid en Estados Unidos a España (es decir, el porcentaje de falsas defunciones por Covid) nos sale que en España han muerto por el coronavirus 1.600 personas.