Artículo en un diario suizo da la razón a los negacionistas de la pandemia.
Neue Zürcher Zeitung.
Milosz Matuschek.
01-09.2020
Comunicación en colapso:¿ Y si al fin y al cabo los cov-idiotas llevaran razón?
Perfectamente se puede mentir también con estadísticas: pues no es lícito deducir del aumento de las nuevas infecciones un gran peligro para la salud, tal como sucede ahora por parte de políticos y medios. Era a mediados de abril de 2020, los casos mortales de covid-19 en Europa estaban en su punto álgido, cuando un pastor francés, propietario de miles de ovejas, subió un video online. Allí explicaba qué sucede cuando tiene que esquilar ovejas, vacunarlas o llevarlas al matadero. El método más efectivo: el lobo imaginario. A una señal suya q de ue el lobo está a la vista, las ovejas corren hacia el aprisco. Una vez estabuladas se sienten tan contentas de haber escapado al lobo, que se dejan hacer todo. Que hubiera o no lobo ya es igual. Están contentas de estar seguras.
¿Dónde está el lobo?
En abril moría gente por el covid-19, se decretaron prohibiciones de salir, confinamientos y medidas de protección para evitar la sobrecarga del sistema de salud, que todavía pudiera haber conllevado más muertes. La situación amenazante se derivaba de la evolución de la enfermedad, de hospitalizaciones, de peligros mortales. Hoy se puede constatar: el colapso del sistema de seguridad sanitario no se ha dado, quizás gracias a las medidas tomadas. En Alemania el servicio médico y clínico ofreció 400.000 puestos de trabajo a corto plazo. En cualquier caso,wirk del peligro de una sobrecarga del sistema de salud ya no se ha hablado más.
Lo que sí ha colapsado desde entonces es la comunicación sobre el virus. El virus desarrolla una consecuencia colateral insospechada: ataca la capacidad de pensar. Ahora se oye ya el nuevo peligro: “ La segunda ola está en camino”. Y naturalmente, ahora las manifestaciones multitudinarias contra la política del coronavirus como la del último fin de semana en Berlín , se están tildando de particularmente falsas. Se dice que el peligro de contagio sea demasiado alto. Así de entrada se intentó prohibir esa manifestación en su totalidad. Como eso no resultó, se exhortó a permanecer alejado de ella, puesto que aquello iba a ser sólo una concentración de “covidiotas”, extremistas de derecha y vindicadores del Reich. Es algo desaforado, el que políticos y algunos periodistas descalifiquen globalmente a las personas que se manifiestan contra una política determinada. Se avisa así otra vez del peligro del lobo, pero cada vez más menos personas se creen ya que venga el lobo. Pues, ¿ es que hay lobo alguno?
No hay ahora segunda ola ninguna. No hay más casos mortales, no hay más hospitalizaciones, no hay una evolución más complicada.. Pues lo relevante son los números cuando se quiere evaluar cabalmente la peligrosidad de una epidemia y en función de ello se quieran sostener las medidas obligatorias estatales. El número que ahora mismo se esparce como fantasma ahuyentador es el número de nuevos contagios, es decir los casos registrados, aunque esos puedenn haberse dado de manera leve ,sin mostrar peligro para la salud . Así se hace el virus más presente y más peligroso de lo que es. Pero con un pronóstico abstracto de peligro que se basa en un gran hipotético, no es lícito, no se pueden recortar derechos ni libertades: pues entonces deberían también ser prohibidos la circulación en las calles, la alimentación rica en grasas y aun la vida misma.
APENAS MUERTES
La estadísitica da la razón a los “covidiotas”: tanto el número de hospitalizaciones como los casos de muertes se reducen en toda Europa desde hace semanas. Enfrente de los picos de abril, desde julio los casos de muerte por covid se han reducido a un nível muy bajo en la mayoría de países europeos. Desde mediados de junio en Suiza el número de muertes por covid es de una cifra, en la mayoría de días no ha muerto ya nadie, ni por, ni con covid. En Suecia, tan renuente al confinamiento, se anunció el quince de abril un pico de 115 muertes por coronavirus. Este número se ha reducido a una cifra desde el 20 de julio, y a cero desde el 23 de agosto. Quien a partir de esos datos hable ahora todavía de una vacunación olbigatoria o de posibles más confinamientos, ya no tiene perdón, con perdón.
Milosz Matuschek es redactor jefe del “Mensual suizo”. Ültimamente ha publicado “ “Kryptopia” y “Generation Chillstand”