La secuencia de declaraciones e informaciones de estos últimos días ha acabado corroborando lo impensable: que los patriotas de Trump tendieron una trampa a los demócratas permitiéndoles que robaran las elecciones mediante el software de la CIA The Hammer, y la extensión Scorecard, que la empresa controlada por Pelosi y la Fundación Clinton implantó en 30 estados bajo el nombre de Dominion.
Ved entrevista a la mano derecha del General Flynn, la abogado Sidney Powell, ayer en Fox News, explicando cómo los demócratas robaron las elecciones.
Hoy sabemos que Trump no se fue a dormir como habíamos pensado sino que se fue al edificio Eisenhower de la Casa Blanca donde hay unas dependencias del Cibercomando, por lo que pudo ver, en directo, el proceso del robo de las elecciones. En otras palabras: las pruebas documentales están ya, de ahí la seguridad, tanto de Flynn como de Trump cuando hablan. 3600 soldados de la Guardia Nacional participaron en la monitorización de esos ataques cibernéticos para hackear las elecciones. La información que me llega es que fue desde Alemanina desde donde se realizó el ataque, por lo que este robo podría ser el detonante de la ansiada intervención de la OTAN en Europa. También estoy leyendo que la auditoría a los votos por correo que llegaron tarde lo están realizando agentes armados, probablemente del departamento de justicia.
