Política actual — 10 agosto, 2021 at 6:11 pm

El General de los Marines le dice al ministro de Defensa que no hará obligatoria la vacunación para sus soldados

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Mucha atención. La coherente conversación entre el secretario de defensa de Biden, Lloyd, y el general de los marines, Berger, descrita por Real Raw News, es consistente con el escenario de rebelión de los militares a cuenta de la vacunación obligatoria que varios comentaristas ligados a los patriotas vienen anticipando en este inicio de semana.
Siempre según esta página web con evidentes contactos en el estamento militar, en cuanto el General de los marines Berger se enteró de que el secretario de Defensa había dictado que todos los militares estaban obligados a vacunarse, le telefoneó para comunicarle que la decisión de vacunarse sería personal de cada uno de sus soldados. Le llamó traidor y cobarde y le dijo que no iba a poner las vidas de sus soldados en peligro con una vacuna que ni la FDA recomienda. «Ni usted ni ningún presidente marioneta tiene poder para obligarlos».
La respuesta de Austin, secretario de defensa, fue coherente con lo que sabemos acerca de la corporación de los Estados Unidos: «el ejército es propiedad del gobierno de los Estados Unidos y usted no tiene autoridad para impedirlo. El presidente decide por ustedes». Acto seguido, le dio la razón por la que quiere obligar a los militares a vacunarse, bastante coherente, por cierto: «si las personas conservadoras y evangélicas ven que los soldados se vacunan, ellos también lo harán».
El General Berger le espetó al ministro de defensa algunas de las razones que nosotros sostenemos: que si le pasa algo a un vacunado nadie se hace responsable, le dijo que los CDC y Fauci son unos corruptos y no reportan las muertes debidas a las vacunas y que si alguien muere debido a la vacuna dicen que fue por el Covid. El ministro le respondió que su cargo es el que es y que no es médico, que sólo cumple órdenes.
Entonces, el General Berger le dijo que los militares no reconocen a Biden como presidente por los militares y tampoco al secretario de defensa, añadiendo que él tiene el apoyo del resto de la junta de jefes del estado mayor y que van a incumplir esas órdenes: «si un soldado quiere vacunarse, que lo haga, pero si no quiere, nadie le va a obligar».
Si esta crónica es cierta (y tiene toda la pinta), estamos ante el momento de ruptura y de rebelión militar que estábamos esperando.