Santos Rodríguez era capitán de la policía, y se le acusa de quedarse con parte de los cargamentos de droga que apresaba, y con las armas, para su grupo particular de delincuentes. Sus cuentas bancarias registran cantidades que no se corresponden con su sueldo.
A su vez Rodríguez había acusado al hermano del actual presidente de tráfico de drogas.