Historia oculta — 5 enero, 2022 at 6:00 pm

Plagios del islam sobre el judaísmo

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Los musulmanes creen que Mahoma «recibió» su religión directamente del Arcángel Gabriel «para cerrar el ciclo» comenzado por Moisés y continuado con Jesucristo. Sin embargo, el Corán en sí mismo es un auténtico «refrito» del Antiguo y el Nuevo Testamento (sobre todo del Antiguo), lo que ha hecho a muchos investigadores preguntarse por qué Dios se iba a molestar en contar otra vez lo que ya había contado varios milenios atrás. La respuesta es que, básicamente, el Corán cuenta lo mismo que el Antiguo Testamento pero en lugar de a los judíos, coloca a los árabes como centro de la historia; prácticamente todas las historias que sucedían en Palestina y alrededores, en el Corán suceden en La Meca. Así de fácil. Y hay un montón de plagios más del judaísmo. Vamos con algunos.
El Cubo de la «Caaba» (que en realidad significa eso en árabe, «Cubo») es una copia del cubo del Tabernáculo donde los judíos transportaban, el arca de la alianza y las tablas de la Ley (los 10 mandamientos).
Los musulmanes no comen carne de cerdo, al igual que los judíos, y eso que en el desierto de Arabia no había cerdos (obviamente): camellos, y alguna cabra, no más.
Los judíos sólo comen comida sacralizada por sus rabinos, comida «kosher»; los musulmanes comen carne «halal», es decir, sacrificada del modo que mandó Mahoma (por lo visto, Dios le dijo cómo había que matar a los corderos).
El hajj que realizan los musulmanes a La Meca, el peregrinaje, es una copia también del judaísmo, pues en hebreo, las peregrinaciones se llaman hag (Deuteronomio 16).
El afeitado de cabeza y vestirse con ropas humildes (una sábana) prerrogativas ambas de los musulmanes que realizan el peregrinaje a La Meca aparecen, milenios atrás, para otras peregrinaciones, obviamente, pero con las mismas características, en Isaías 22:12, Reyes 1 20:31-3 y Reyes 2 19:21.
Hay una tradición judía llamada «Sukkot» consistente en dar vueltas, una vez al día durante siete días seguidos, a lo que hoy es el Templo/Mezquita de la Roca. Además, durante el asedio a la ciudad de Jericoh, los judíos dieron la vuelta a la ciudad una vez al día durante una semana, con los sacerdotes encabezándoles portando el arca de la Alianza. Al septimo día sonaron las trompetas y las murallas cayeron. Esas vueltas las dan en sentido contrario a las manecillas del reloj.
Lo mismo hacen hoy los musulmanes cuando van a la Meca, pues dan 7 vueltas alrededor de la Caaba, en sentido contrario a las manecillas del reloj.
Pero lo más importante es la escena del sacrificio del hijo de Abraham, que Yahvé detiene en el último momento y que, por un lado convierte a Israel en el pueblo elegido, pues Isaac, Padre del pueblo hebreo, fue el que estuvo a punto de ser sacrificado, y al mismo tiempo constituye lo que un servidor calificó hace mucho tiempo del «Trauma del Pueblo Judío»: su Dios pidió a su patriarca que matara a su antepasado, y lo hizo para «probar su fe». Una crueldad.
Bueno, el Corán de los musulmanes tiene esta misma historia, pero el que estuvo a punto de ser sacrificado, en lugar de Isaac fue Ismael, que es el Padre de la nación árabe, con lo que los árabes pasan a ser el pueblo elegido… Pero también a compartir el mismo trauma, «el mismo programa MK Ultra» que los judíos. Pero la cosa no acaba ahí, porque el lugar donde se iba a producir el infanticidio fue el Monte Moria de Jerusalén, donde posteriormente Salomón construyó su Templo, que al pasar el tiempo pasó a ser en 691 el emplazamiento del Templo de la Roca (la misma roca donde Abraham estuvo a punto de sacrificar a su propio hijo Isaac/Ismael), y ese Templo, que en realidad es una iglesia bizantina (tiene planta octogonal) es, paradójicamente, la Primera Mezquita de la historia, lo que hace a muchos pensar que entonces ni siquiera existía el islam. Bueno, pues para acabar de embarullar el asunto, con el pasar del tiempo la tradición musulmana convirtió ese mismo lugar en el enclave desde donde Mahoma fue ascendido a los cielos, para completar su «revelación».
Menudo lío, ¿no? Otro día te lo explico, que ya he escrito mucho. Con lo que te tienes que quedar es con que el Corán no es más que una copia del Antiguo Testamento, pero cambiando a los judíos por los árabes.