Ayer, la web de filtraciones rusas Whatdoesitmean publicó un interesante informe de situación geopolítica, como siempre, con un montón de links. Lo más interesante es que el director del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvedev, invocó el Libro de la Revelación o Libro del Apocalipsis para responder a las amenazas proferidas por el canciller alemán Scholz y el anuncio de más ayudas militares para Ucrania. A lo que Putin habría respondido aludiendo a «su compromiso con el suministro de gas a Europa. Las interrupciones en el servicio se deben a las sanciones de la Unión Europea a Rusia». (Muy claro, su estilo indirecto, ¿verdad?). A lo cual, la presidenta de la Comisión Europea, la también alemana Ursula Von de Leyen dijo textualmente: «seamos claros. Nos jugamos mucho en Ucrania. No sólo por Ucrania sino por el resto de Europa… Rusia no sólo ha lanzado una guerra contra Ucrania… sino contra Europa: es una guerra contra nuestra energía, una guerra contra nuestra economía, es una guerra contra nuestros valores, es una guerra contra nuestro futuro. Es la dictadura contra la democracia». Palabras que fueron respondidas por la portavoz del gobierno ruso, María Zakharova, de esta manera: «si la Unión Europa sigue apoyando a Ucrania, esto significará el final de la Unión Europea». (Creo que no tengo que explicar todo este diálogo, porque es lo que vengo contando hace meses). El informe de Whatdoesitmean termina explicando lo que ha sucedido con la contraofensiva ucraniana en la región de Kharkov de los últimos días: el ejército ruso se replegó para evacuar a más de 20.000 personas y llevarlas a Rusia. Una vez protegidos los seres humanos, ahora está recuperando, sin piedad, los pueblos que reconquistaron los soldados ucranianos, ocasionando 600 víctimas diarias al ejército asociado a la OTAN, que se unen a los 51.000 que han perdido hasta el momento. ¿Alguna duda de quién es el que manda?
