Política actual — 3 enero, 2023 at 10:50 am

Los militares Sombreros Blancos atacan en Puerto Cabello, Venezuela, al barco del FEMA que trató de tomar la base de Guantánamo

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En una nueva crónica que sigue a la referida sobre el intento de invasión de la base de Guantánamo por fuerzas del FEMA el pasado día de Navidad, Real Raw News explica que el comandante saliente de los militares Sombreros Blancos (General Berger) se reunió con el entrante (General Smith) el día 26 de diciembre para discutir la represalia del ejército de los Estados Unidos a ese ataque.
Mientras la propuesta del nuevo comandante consistió en enviar dos destructores Arleigh Burke para que destruyeran con misiles el barco del que partió el ataque, el General Berger disintió, argumentando que ese tipo de ataque atraería la atención de la comunidad internacional y provocaría una crisis, ya que el buque estaba atracado en un puerto venezolano, amén de que podría causar la muerte a personas inocentes. Por ello, recomendó una acción más moderada y específica y, ya que él estaba al mando todavía, se puso en marcha su plan, que concibió junto al Almirante Eric T. Olson, Comandante de las Fuerzas Especiales* el día 27 de diciembre. Ambos estuvieron de acuerdo en que los Navy Seals eran los más indicados para realizar esa operación, dado que el barco estaba varado a un kilómetro de Puerto Cabello. Ese mismo día 27 de diciembre dos unidades de los Navy Seals, compuestas de 32 hombres en total, llegaron a la ciudad venezolana de Valencia, al sur de Puerto Cabello y se mezclaron con la población. Según relata la crónica, repartieron «propinas» entre la población hasta enterarse de que había unos norteamericanos regentando bares y restaurantes en la zona. Algunos de estos yanquis, ya borrachos, les contaron que trabajaban en un buque de guerra norteamericano que reposaba en las aguas de Puerto Cabello.
De esas conversaciones dedujeron que la mayor parte de la tripulación del barco, o bien estaban en tierra, o bien se habían escondido en otros lugares de Venezuela o habían vuelto a Estados Unidos.
Siempre según esta concisa pero precisa crónica, en la mañana del día de Año Nuevo, los Navy Seals, utilizando unas embarcaciones submarinas, se infiltraron en el barco, donde rápidamente mataron a 12 agentes del FEMA que estaban en cubierta, posteriormente tomaron el control del puesto de mando y acto seguido, mataron a otros 27 agentes del FEMA, antes de colocar explosivos en la sala de motores. También sabotearon la artillería del barco y colocaron explosivos en los dos helicópteros Stallion y los dos aviones AV8-8 Harriers que estaban en la pista de despegue, disparando a 6 agentes del FEMA más y a 5 soldados traidores de la Marina, dentro de una persecución. Siempre según la fuente de Real Raw News, ningún Navy Seal fue asesinado ni herido en la incursión.
Una vez a salvo, los Seals explotaron a control remoto los explosivos, inutilizando así los motores y las armas del barco, de manera que no pueda volver a realizar ninguna acción contra los Sombreros Blancos.
«Le hemos enviado un claro mensaje al Deep State: si nos confrontáis, vais a sufrir las consecuencias», acaba la crónica.
*Esta crónica está repleta de implicaciones. La primera, que sorprende la rapidez en la que se constituyó el operativo, hasta el punto en que uno se pregunta si los Navy Seals no estaban ya en Venezuela. La segunda, que el país caribeño se convierte en un objetivo prioritario para los Sombreros Blancos. La tercera, que, a tenor de la pronta respuesta, a la actual jefa del FEMA, Deane Criswell, le quedan pocos días de vida. Por último, recuerdo que el ex secretario de defensa de Trump, Chris Miller, era el comandante en jefe de las Fuerzas Especiales..